Una Sociedad Limitada (SL) o Sociedad de Responsabilidad Limitada es una sociedad mercantil que permite a los empresarios limitar su responsabilidad respecto a su capital y patrimonio. En otras palabras, una SL evita que los empresarios tengan que responder con su patrimonio personal a las deudas generadas por su negocio. Por este motivo, es una de las opciones más ventajosas para los pequeños empresarios.
En la Sociedad Limitada el número mínimo de socios permitido es uno, mientras que no existe límite máximo. Si solo existe un único socio, se crea una sociedad limitada unipersonal. Es decir, sería viable. La creación de una SL puede ser realiza por personas físicas o jurídicas. La clase de los socios se puede englobar en socios trabajadores y/o socios capitalistas.
En cuanto a la responsabilidad de los socios, es solidaria y limitada al capital aportado a la sociedad. De este modo, los socios tampoco responden con su patrimonio personal a las posibles deudas generadas.
Al elegir un nombre de denominación social para la SL, ese nombre no puede estar ya registrado en el Registro Mercantil. Tendrá que ser un nombre totalmente nuevo.
El capital mínimo legal para construir una SL es 3.000 euros. En este aspecto tampoco hay límite máximo. Este capital se puede aportar de forma monetaria, es decir, con dinero, o mediante objetos de valor.
La SL se constituye mediante estatutos y escritura pública ante notario. Se deberán presentar posteriormente en el Registro Mercantil, detallando las aportaciones de cada socio y el capital social que les corresponde.
La sociedad limitada tributa obligatoriamente en el Impuesto de Sociedades y en el IVA. Por otra parte, el Régimen de Seguridad Social de circunscribe a los autónomos administradores y socios.
La responsabilidad frente a acreedores queda limitada únicamente al capital social y a los bienes que están a nombre de la empresa. No se toca el patrimonio personal.
Los trámites burocráticos para la constitución de la sociedad son realmente sencillos. Desde su gestión hasta su funcionamiento.
En el momento en que los beneficios o rendimientos alcancen los 40.000 euros, los impuestos a pagar son menores que los del autónomo ya que el tipo del Impuesto de Sociedades se queda fijo y los tipos del IRPF son progresivos.
La Sociedad Limitada tiene mayores facilidades de acceso al crédito bancario, aportando una mejor imagen para ello.
Los comentarios están cerrados aquí.