Una Sociedad Limitada (SL), también conocida como Sociedad de Responsabilidad Limitada, es una sociedad mercantil que permite que los empresarios limiten su responsabilidad al capital aportado. Es decir, únicamente responderán con ese capital, y no con su patrimonio personal, en caso de deudas. Este es el principal motivo por el que muchos pequeños empresarios deciden escoger esta opción. Si, por el contrario, apuestan por la figura del autónomo, la responsabilidad es ilimitada, con lo que podrían exigir el embargo de sus bienes personales.
Este punto suele ser uno de los más valorados a la hora de crear una SL. Sin embargo, hay más ventajas. A nivel impositivo también es interesante, a partir de ciertos ingresos, en comparación con la figura del autónomo. Este último tributa en el IRPF, que es un impuesto progresivo. Es decir, cuanto más ganas, mayor será el porcentaje a pagar. Sin embargo, la actividad de la Sociedad Limitada se rige por el Impuesto de Sociedades, que tiene un tipo fijo, independientemente del volumen de ingresos.
Por otro lado, el avance de la Administración en materia telemática permite agilizar el proceso , disminuyendo considerablemente los tiempos medios para crear una SL. A pesar de estos avances, todavía son necesarias una serie de gestiones que pueden resultar complejas para alguien sin experiencia, de manera que te animamos a consultar con nosotros cualquier gestión o duda que pueda surgir.
Existe una serie de características que deben cumplirse para poder decir que estamos hablando de una Sociedad Limitada.
Tras repasar las ventajas y características queda claro que estamos ante una fórmula cada vez más ágil y versátil para iniciar una actividad empresarial. Como te comentamos, si necesitas cualquier cuestión sólo tienes que ponerte en contacto con nosotros y aclararemos todas tus dudas. O iniciaremos los trámites necesarios para crear tu SL, en el caso de que así lo necesites.
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