Tanto si eres autónomo como si eres una pyme, no estás exento del pago de impuestos. Como empresario, en tu actividad diaria estás obligado a pagar el IVA, ya sea de forma mensual o trimestral. Para realizar esta liquidación de forma adecuada, es necesario conocer dos conceptos clave: el IVA repercutido y el IVA soportado.