Por lo general, la disolución de una sociedad suele ser un proceso que termina con la extinción de la sociedad. Sin embargo, la liquidación hace referencia a la pérdida de personalidad jurídica de la empresa. Lo primero que debemos investigar es cuál es la diferencia entre liquidar una sociedad, disolverla o extinguirla. Una vez entendida, decidiremos qué es lo que queremos y cómo podemos conseguirlo.
Son muchas las personas que piensan que, como su empresa ya no tiene actividad, no tienen ningún tipo de responsabilidad. Esto es un completo error. La sociedad no tiene movimiento. Sin embargo, sus cuentas siguen activas y deben seguir cumpliendo con sus obligaciones fiscales. Es decir, deberán seguir presentando el Impuesto de Sociedad o las Cuentas Anuales.
Si has decidido que es el momento de dejar atrás tu empresa y suprimir por completo su actividad, en Trámites Fiscales podemos encargarnos de todo. Nos encargamos de realizar todos los trámites. Además, te asesoraremos durante todo el proceso para que estés al día de todo lo sucedido.
Es decir, desde Trámites Fiscales podemos encargarnos de la realización completa de la extinción, de manera rápida y muy económica para usted.
Entre los motivos más comunes para la extinción de una sociedad se encuentran:
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